La Plata en Carne y Hueso
F. Abraham Tobias Hernández
Saltillo, Coahuila de Zaragoza
septiembre del
2010
El 23 de septiembre de 1917 fue el día en que el sol dorado
de Tulancingo, Hidalgo, sintió envidia por el brillo de la plata, ahí nació un
icono de la cultura popular mexicana, al rango de Pedro Infante o Tin Tan.
Rodolfo Guzmán Huerta vio la luz y la luz se hizo plateada.
El 5° hijo de siete llegó a la Cd. de México en 1920, practicó beisbol y futbol americano (el segundo mejor deporte del mundo
después de la Lucha Libre), sus pininos como luchador comenzaron entre 1934 ó
1935, dando muestra que había madera de buen luchador.
Al inicio de su carrera luchó bajo varios nombres, como Rudy
Guzmán, El Incógnito, El Hombre Rojo, El Demonio Negro, entre otros; no fue
sino hasta 1942, a propuesta de su entrenador Jesús Lomelí, quien le dio tres
nombres, comenzó a usar un equipo plateado y el eligió el mote de El Santo.
Saltó a la Arena México, la catedral de la lucha libre, un 26
de julio del ahora lejano 1942, el mismo día del hundimiento del SS Oaxaca, por el submarino alemán U-171, por primera vez El Enmascarado de Plata, con
mallas negras y vivos grises, se presentó como rudo, la catedral de la lucha libre fue testigo de ello, esa tarde 7 enemigos
lo esperaban en una batalla campal, fue expulsado por exceso de rudeza contra
el Ciclón Veloz y el propio réferi. Al poco tiempo se fue definiendo su estilo
de lucha, que al día de hoy es inconfundible.
Como luchador venció a los mejores, desenmascaró a Black Shadow,
Espanto y El Espectro, entre otros. Como pareja de Gory Guerrero, quien inventó
la llave de “A Caballo”, pero el plateado fue el único capaz de inmortalizar tal castigo, grandes batallas libraron. También luchó a lado de otros grandes como
El Solitario y Huracán Ramírez, de sus movimientos aprendieron.
Del ring salta a las historietas en 1952, lo que hoy
conocemos como cómic. De la mano de José Guadalupe Cruz fue el primer luchador
en incursionar en el papel las hazañas de la lucha libre, para así empezar a
quedarse en la memoria popular para siempre.
En 1958, el Santo pasó del papel a la pantalla con dos
películas grabadas en la Hermana República de Cuba, El Santo contra el Cerebro
del Mal y el Santo contra los Hombres Infernales, en su cineteca se acumulan
más de 50 películas. Por cierto, el Santo también pisó las arenas de toreo, desde Tijuana, hasta América del Sur la plata deslumbró todo el continente hispanoparlante.
El Santo luchó contra monstruos como vampiros y hermosas
vampiresas, zombies y momias, hombres
lobo y marcianos, bandas criminales con
la finalidad de conquistar el mundo, hasta Blue Demon y Capulina se enfrentaron
al plateado, Él, El Santo de todos ellos, con sus llaves y topes, nos protegió
de caer en las garras del mal.
El Santo es el héroe que su fama llegó mas allá de América Latina, llegó a tierras lejanas como el Líbano y Turquía. Fuera de nuestro país creían que era un ser fantástico, un personaje tipo Batman o Spiderman, sorpresa se llevaron cuando supieron que era un héroe de plata, carne y hueso, un ser humano que podías ver y tocar, escuchar y charlar.
Recuerdo aquella película llamada El Hacha Maldita --por
cierto casi imposible conseguirla-- y también la famosa Contra las Momias de
Guanajuato, cabe señalar nuestro héroe sale nada más al final para salvar a la
humanidad, ya que el Demonio Azul y Mil Máscaras no pudieron, dicho con todo
respeto, necesitaron de su ayuda.
En el programa "24 Horas" se descubre su rostro, a muchos como
yo no nos ganó el morbo, es verdad cuando te digo que cerré mis ojos, no quería
conocer al hombre debajo de la capucha, seguro él lo hizo por reconocer a don
Rodolfo, me resistí. Este episodio debe ser recordado como la "Traición de Jacobo", ya que mostró la imagen congelada del campeón.
El misterio de la máscara, los poderes que le otorgaba y las
habilidades dotadas por la careta de manera mágica, sólo él era capaz de
realizarlas, verlo sin ella la verdad no me interesó.
El 5 de febrero de 1984, la plata cayó para darle vida a la
Leyenda. Recuerdo que al día siguiente recibí la noticia a la hora de la
comida, mi madre fue la encargada; el mole y el arroz que ella había preparado
se quedaron en la mesa, me subí a mi cuarto y me puse mi máscara plateada.
La lucha lo extraña y la afición no lo olvida, después de él,
el cine de luchas no fue el mismo, después de él, la lucha cambió por completo,
siguieron muchos emulando sus proezas.
Los hombres mueren, las modas pasan, las leyendas son
eternas y El Santo es inmortal.
Twitter: @AbrahamTobias
tobiashdz@hotmail.com