ESCUCHEMOS
UNA HISTORIA
Saltillo, Coahuila; México a
22 de enero de 2016.
La
historia se cuenta también en canciones, anécdotas reales con un toque de
leyenda urbana o fantasía, la historia también se escucha al ritmo del mariachi,
del grupo norteño o la banda y ahora hasta la mezcla de estos dos que se llama
norteño banda. En otros tiempos como en el revolucionario, el corrido fue
fuente de información con lo que la gente se enteraba de lo que la prensa no
decía y callaba, al final no importaba, la mayoría de los mexicanos no leía y
no por que no querían sino porque no sabían.
El
corrido nos cuenta una historia privada o pública, una tragedia o una comedia,
un hecho heroico o un acontecimiento enmarcado por la traición, una carrera de
caballo y ahora hasta de autos, en el corrido se pueden contar tantas historias
como haya, desde Agustín Jaime hasta la muerte de Colosio.
Siempre
el feíto en la música, hoy más en día es despreciado al parecer todo lo que es
corrido es narcotráfico, peor aún quien escucha corridos es idiota, naco,
inculto entre otros calificativos, como si escuchar Rock te hiciera inteligente
instantáneamente (aclaro también escucho rock).
La
historia cantada de algo que pasó es una realidad negada muchas veces. Actualmente
lamentable es que sólo se cante sobre narcotráfico, ensalzando a criminales,
¿no suceden cosas buenas?, claro, pero no venden o no pagan para cantarlas y
contarlas, en lo que va de este principio de siglo no he escuchado una canción
nueva que hable de un policía o un soldado caído en el cumplimiento de su
deber, el corrido se redujo a muerte, sangre y destrucción, hay gobiernos que
han decidido llegar al límite de prohibirlos, como si fueran la causa de la
violencia o el narcotráfico, cuando no son el inicio o el principio, son el
resultado de algo que sucede y no podemos negarlo.
Defenderé
al corrido y lo seguiré escuchando so pena de ser juzgado, desde el Caballo
Blanco hasta Camelia pasando por muchísimos más, puede ser o no una apología del
delito, pero por qué no hacemos una apología de las buenas historias, el
narcotraficante nos está dando una lección en comunicación, llega a más gente
cantando su historia, que cualquier otro pagando periódicos, radio o televisión.
Qué
el corrido educa mal a los jóvenes, voces lo dicen, influencian a nuestras
niñas y niños, el corrido no es para educar, para eso está la familia y el
Estado, es como decir que a todos los que les gusta Spiderman andan brincando
de edificio en edificio por toda la ciudad (párrafo exagerado como lo puede ser
un corrido).
Sea
de quien sea, de José Alfredo o Teodoro Bello, de Los Tigres o de Ramón, con
norteño, banda o mariachi, cantemos un
corrido y escuchemos una historia.
F. Abraham Tobias
Hernández.
fabrath@hotmail.com
@AbrahamTobias